ARTE DE EROS

 

Juan Hidalgo

 

Comisario: Julio Pérez Manzanares

 

Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927 – Ayacata 2018) es una de las figuras más relevantes del arte experimental en España. Músico de formación, participó en los festivales de Darmstad, donde conoció a John Cage, con quien le uniría a partir de entonces una relación de amistad e influencia artística mútua, considerándole como su “padre” en una línea genealógica que le une a Marcel Duchamp, Eric Satie o Buenaventura Durruti.

 

Con John Cage compartirá también la filosofía zen como uno de los pilares de su desarrollo artístico tanto musical como a través de sus “acciones” musicales, fotográficas y objetuales, desarrolladas en el seno del grupo ZAJ, que junto a Walter Marchetti y Ramón Barce forma en Madrid en 1964, y cuya actividad se extenderá hasta finales de los años noventa, cuando el grupo (que no el espíritu ZAJ) se “disuelve” con su exposición antológica en el Museo Reina Sofía. Integrarán el grupo zaj, entre otros, José Ramón Castillejo, Tomás Marco y, sobre todo, Esther Ferrer, quien junto a Hidalgo y Marchetti será, a partir de 1968, la formación “clásica” de este grupo excepcional de la vanguardia española.

 

Dentro de la producción de Juan Hidalgo destaca, desde época muy temprana, un sorprendente interés por las cuestiones eróticas, y más aun, las específicamente homoeróticas. Eso le convierte no sólo en un pionero del arte queer en España, pero también en parte de una corriente de vanguardia internacional de los años sesenta que autores como Jonathan Katz denominan “arte de Eros”. Influidos por las ideas de Herbert Marcuse en su obra Eros y Civilización, toda una generación de artistas vieron en el sexo, como en la música, alguna de las vías posibles de crítica y subversión del orden “unidimensional” promovido por la civilización occidental y el capitalismo de consumo en ciernes.

 

Jugando con los géneros (tanto artísticos como sexuales), Hidalgo transforma acciones fotográficas en secuencias musicales en las que el deseo se transforma en la relación erótica entre un hombre, una mujer y una flor. Las flores, y sus múltiples significados en nuestra cultura, se convierten en el marco en el que las “flores raras” de Juan muestran que la vida, la muerte y el sexo forman parte indisoluble del ciclo vital. A partir de las figuras de Orfeo y Narciso, a las que Marcuse acude como imágenes de la estética del “Gran rechazo” es posible contemplar la obra de Hidalgo como un manifiesto erótico por la liberación del arte y la vida, en un comportamiento que vincula las experiencias clásicas de la vanguardia, y especialmente el dadaísmo, con su sentido del humor y transgresión estética, con las nuevas corrientes artísticas e ideológicas que, inspiradas por la crítica cultural de la Escuela de Frankfurt, promovieron buena parte del pensamiento contracultural – junto al Zen, el feminismo, los movimientos raciales y la lucha antibelicista – que animará, en distintos estratos y dimensiones, a la generación de los sesenta. En ella, como en la obra de Juan, el objetivo de “borrar los géneros” parecía, literalmente, al alcance de una mano.

 

Julio Pérez Manzanares


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Para hacer honor a las muy aventuradas vida y trayectoria artística de Juan Hidalgo, ayer me puse las pilas alcalinas que ya voy necesitando para estas aventureras ocasiones, y fui hasta la Galería Adora Calvo en Las Rozas, a disfrutar la presentación del precioso libro que Fernando Castro Flórez escribió y publicó la Biblioteca de Artistas Canarios, y al posterior coloquio que mantuvo el autor con Julio Pérez Manzanares, que ya anda en capilla para la presentación de su estudio sobre 'Estrategias Pop en España', y ya ha entrado en la Biblioteca de la Fundación Olontia, pese a que no llegará a las librerías hasta mediados de octubre.

 

Puesto que la presentación tenía lugar entre las obras de Juan Hidalgo que forman parte de la exposición 'Arte de Eros' , un artificio de Julio que reúne una selección de obras de Hidalgo en clave eróticofestiva, el placer fue duplicado por disfrutar de esa variante de la creatividad de Juan en la que la exaltación del cuerpo y su sensual geografía obliga a que este postigo no pueda ir acompañado de fotografías de las que allí se exponen, porque la pacata moral de Mr. Zuckerber y sus sabuesos conllevaría el cierre de este rincón postiguero o, por lo menos, de la sanción temporal que se les antoje.

Por eso, me resultó tan sorprendente, además de oportuna, la bajada de pantalones del autor de la monografía sobre Hidalgo para posar en la foto que les solicité a los protagonistas de la tarde, no solo porque Juan la habría aplaudido a rabiar desde allá donde quiera que esté, sino también porque Fernando remató un tramo de su disertación recuperando una expresión del creador canario al que la oficialidad cultural de esta bendita tierra nunca supo clasificar como artista plástico o músico, y es esclarecedora al máximo de su obsesión por recrear los penes como objetos artísticos en toda su extensión: "¡Por sus miembros los conoceréis!"

 

También me encantó la reivindicación de Juan como creador libre de prejuicios artísticos para resaltar su faceta musical, esa que Hidalgo con más ahínco recreó a lo largo y ancho de la muy dilatada experiencia de su arte, por el ejercicio de libertad extrema que implicaba, pero porque también era un reconocimiento para todos los que nos hemos aventurado, como Hidalgo, en tentar a la suerte en todas las disciplinas para las que nos sentíamos medianamente dotados sin prestar atención a esos interesados cantos de sirenas que nos tachan de intrusos solo por nuestra voluntad, irrenunciable y feliz, de estar en misa y repicando...

(Texto de Pablo Sycet Torres)


Conferencia ARTE DE EROS | Julio Pérez Manzanares

 

Galería Adora Calvo

 

C/Epidauro,53 (Las Rozas, Madrid)

Tel. +34 630 046 856

info@adoracalvo.com